El presente blog nace como un apéndice o anexo de la página web de nuestra asociación y como medio más funcional. La asociación contra la droga "CLARA MARIA" de Priego y aldeas fué creada ante la apremiante necesidad de luchar contra este mal de nuestros dias, LA DROGA, que tanto daño está causando entre nuestra juventud y afectando a tantas familias. En este blog puede poner sus comentarios e ideas y si quiere contactar con nosotros lo pueden hacer por medio de www.asociacionclaramaria.org.
miércoles, 3 de agosto de 2011
jueves, 14 de julio de 2011
KROKODRIL
Se que la imagen es muy dura, pero la droga y sus consecuencias los sòn mucho màs.
Que significa cocodrilo y es la droga que està causando los estragos que se pueden ver en la fotografia. Es como si la heroina se convirtiera en un abyecto cocodrilo, esta sustancia està devorando a los jovenes adictos de Rusia. El Krokodil es una desomorfina, un opiaceo sintètico mucho màs poderoso que la heroina creado a travès de una serie de mezclas y reacciones quìmicas que los propios usuarios realizan varias veces al dia de memoria.El nombre de cocodrilo le viene por por el color de unas escamas de color verdoso que van apareciendo en l piel del adicto.
Mientras que la heroina cuesta en Rusia alrededor de 40 dolares la dosis, la desomorfina puede ser elaborada en cualquer laboratorio domestico o cocina. Mezclandola con analgesicos basados en la codeina cuyo precio es de 4 dolares el paquete y el resto de las sustancias son caseras y de muy bajo coste y siempre estàn disponibles en los supermercados.
Ademàs de la codeina, se mezcla con gasolina, acido clorhidrico, yodo y fòsforo rojo. Los consumidores suelen morir dentro de los primeros tres años de su consumo constante, pero antes del fallecimiento, el adicto ve como lentamente la carne de su cuerpo se pudre.
Asi que debido a su bajo precio y a la situaciòn economica que existe en Rusia, no es de extrañar que muchos heroinòmanos acaben entrando en la boca del "cocodrilo".
Aunque a los pobres no les salen del todo las cuentas ( al pobre adicto nunca le salen las cuentas). Ya que mientras el efecto de la heroina es de varias horas; el efecto del krokodil dura no màs de dos horas ( por lo general unos 90 minutos). Teniendo en cuenta que el proceso de "cocinado" dura una media hora; resulta que el adicto a esta sustancia ha de dedicarle todo su tiempo.
Se calcula que en Rusia hay unos dos millones de heroinòmanos, ya que es la droga mas cunsumida en este pais.
Circunstancia a la que, en su dia, no fuè ajena la administraciòn norteamericana ni su brazo ejecutor, la C.I.A. que fuè quien adiestrò a Bin Laden para que en plena guerra fria introdujera heroina en la antigua Uniòn Sovietica procedende de Afganistan que seguida de Birmania son los principales productores de heroina del mundo.
La idea era tan secilla como eficaz; a un paìs al que se le destruye la juventud , es un pais sin futuro. Asì fuè que basandose en este planteamiento, fuè un objetivo primordial de los E.E.U.U. destrozar a la juventud de la Uniòn Soviètica abasteciendola de heroina de bajo precio.
Se calcula que en la actualidad hay en Rusia unos cien mil consumidores o adictos a la desomorfina.
La droga toma su nombre reptileano de los venenosos ingredientes que la componen y que rapidamente vuelven la piel "escamosa" y poco despuès empieza a carcomerla teniendose que llegar a la amputaciòn del miembro afectado.
He de reconocer que no poseo mucha informaciòn sobre el proceso desintegrador de los tejidos. Cuando estè màs documentado aportarè informaciòn.
Siempre digo que lo malo no tarda demasiado en llegar. Esperemos que esta droga no llegue nunca a nuestro paìs. Pero la advertencia està hecha y la imagen no deja lugar a dudas.
Se que la imagen es muy dura, pero la droga y sus consecuencias los sòn mucho màs.
Solo decir:
Si vès a un adolescente que se droga: AYÙDALO.
Si conoces a un vendedor de drogas: DENÙNCIALO.
Juan Damián Sánchez Luque.Presidente de la asociaciòn contra la droga "CLARA MARIA" de Priego y aldeas.
jueves, 2 de junio de 2011
OXI, LA DROGA MAS PELIGROSA
C Mundo 01 Jun 2011 | 01:48 pm - Por BBC Mundo
Amazonia brasileña | EFE
Son adictos del oxi, una droga que está causando estragos en pueblos y ciudades del Amazonas, gracias a su bajo precio, alrededor de US$1,00 la dósis.
La droga, una versión más sucia y devastadora del crack, es conocida también por su gran propensión a causar adicción.
"La vida en las calles es dura. Tengo que encontrar dinero todos los días para comprar drogas y si no, no duermo", dijo a la BBC un adicto de oxi que habla entre una dosis y otra.
"(Si no uso la droga), me siento angustiado. Cuando se me acaba la droga, comienzo a pensar inmediatamente cómo la voy a conseguir".
Oxi, un diminutivo de "oxidado", ha estado en uso en las últimas dos décadas en la Amazonía, pero en los últimos años las autoridades han detectado un incremento notable en su consumo.
"El oxi representa cerca del 80% de la droga incautada en el estado de Pará, y ha reemplazado al crack como la droga de moda en la región", señala Ivanildo Santos, jefe de la unidad de crimen organizado de la policía de Pará.
Atención pública
La droga ha sido tema de debate público en Brasil en los últimos dos meses, ya que las autoridades la han detectado en grandes ciudades como Sao Paulo y Rio de Janeiro.
Los investigadores creen que, aunque el oxi continúa siendo la droga de los pobres, está comenzando a ganar terreno en las clases media y alta.
"Se está volviendo una epidemia, un problema de salud pública. Como el oxi es más potente y barato que el crack, la tendencia es que se vuelva la droga de más consumo en los barrios pobres periféricos de las grandes ciudades", señaló Santos.
El oxi está hecho de los restos de la producción de cocaína, mezclados con cal y gasolina o querosene.
"Hace un par de semanas, incautamos un alijo de alrededor de 20 kilogramos en Belén", dijo el jefe policial Eder Mauro.
"La violencia ha aumentado en nuestra ciudad por el uso del oxi, y es algo que tomo muy en serio porque un hermano mio murió por la adicción a las drogas".
En el Centro Nueva Vida, una organización que brinda asistencia a adictos, abundan las historias de vidas arruinadas y de familias destruídas por esta droga.
Luis Veiga, presidente del centro, dijo a la BBC que la mayoría de los 30 adictos que están tratándose allí consumen esta droga.
"Es una droga horrible. Los productos químicos que contiene son tremendamente dañinos para los órganos humanos, empezando por el hígado", expresó.
"Los usuarios también sufren de serios problemas mentales, como delirio y paranoia".
Luis Veiga fue también adicto a las drogas por 28 años. Perdió su negocio de bienes raíces y hasta quedó sin techo por más de una década, hasta que un ex empleado de su empresa lo rescató de las calles. Hace 21 años que no consume drogas y 18 que fundó el centro.
"La situación en las calles es peor hoy en día. Hay más violencia y nuevas y más poderosas drogas como el oxi", dijo Veiga.
Vidas destruidas
Todos los pacientes del centro están allí de forma voluntaria y se muestran deseosos de ofrecer sus testimonios.
"Yo era un efectivo policial, pero me dieron de baja porque mis superiores pensaron que yo estaba loco, pero era mi problema de drogas", señaló un hombre de casi 40 años que no quiso dar su nombre.
"Perdí mi familia. Mi esposa me dejó y se marchó con los niños y sólo los traficantes de drogas se interesaban en mí", expresó.
No pasó mucho tiempo para que este efectivo policial se convirtiera en criminal. "Comencé a robar y a llevar a cabo asesinatos por encargo de narcotraficantes".
Desde hace dos meses no consume droga y abriga la esperanza de reconstruir su vida con su familia."Espero que mi familia me acepte nuevamente, pero no se si será posible. Los hice sufrir mucho".
En el centro hay también un joven de 17 años que empezó a consumir oxi a los 12 años. "El oxi es la droga más fuerte que he usado, mucho más que el crack".
El adolescente, que estuvo dos años en prisión por robo y confiesa haber matado al menos dos personas, terminó hace poco un programa de rehabilitación de 4 meses, ha regresado a la escuela y tiene esperanzas de reiniciar su vida.
"Estoy muy arrepentido del tiempo que perdí con las drogas y me entristece saber que el oxi se está propagando por todo el país".
"NI DROGAS NI TRAFICANTES".
Oxi, la droga que está causando estragos en Brasil
Las autoridades señalan que el oxi, una versión más barata y peligrosa del crack, es la droga de moda en la Amazonía y su consumo se expande en los barrios pobres de Sao Paulo y Rio de Janeiro
- Actualmente 1.00/5
Amazonia brasileña | EFE
Son adictos del oxi, una droga que está causando estragos en pueblos y ciudades del Amazonas, gracias a su bajo precio, alrededor de US$1,00 la dósis.
La droga, una versión más sucia y devastadora del crack, es conocida también por su gran propensión a causar adicción.
"La vida en las calles es dura. Tengo que encontrar dinero todos los días para comprar drogas y si no, no duermo", dijo a la BBC un adicto de oxi que habla entre una dosis y otra.
"(Si no uso la droga), me siento angustiado. Cuando se me acaba la droga, comienzo a pensar inmediatamente cómo la voy a conseguir".
Oxi, un diminutivo de "oxidado", ha estado en uso en las últimas dos décadas en la Amazonía, pero en los últimos años las autoridades han detectado un incremento notable en su consumo.
"El oxi representa cerca del 80% de la droga incautada en el estado de Pará, y ha reemplazado al crack como la droga de moda en la región", señala Ivanildo Santos, jefe de la unidad de crimen organizado de la policía de Pará.
Atención pública
La droga ha sido tema de debate público en Brasil en los últimos dos meses, ya que las autoridades la han detectado en grandes ciudades como Sao Paulo y Rio de Janeiro.
Los investigadores creen que, aunque el oxi continúa siendo la droga de los pobres, está comenzando a ganar terreno en las clases media y alta.
"Se está volviendo una epidemia, un problema de salud pública. Como el oxi es más potente y barato que el crack, la tendencia es que se vuelva la droga de más consumo en los barrios pobres periféricos de las grandes ciudades", señaló Santos.
El oxi está hecho de los restos de la producción de cocaína, mezclados con cal y gasolina o querosene.
"Hace un par de semanas, incautamos un alijo de alrededor de 20 kilogramos en Belén", dijo el jefe policial Eder Mauro.
"La violencia ha aumentado en nuestra ciudad por el uso del oxi, y es algo que tomo muy en serio porque un hermano mio murió por la adicción a las drogas".
En el Centro Nueva Vida, una organización que brinda asistencia a adictos, abundan las historias de vidas arruinadas y de familias destruídas por esta droga.
Luis Veiga, presidente del centro, dijo a la BBC que la mayoría de los 30 adictos que están tratándose allí consumen esta droga.
"Es una droga horrible. Los productos químicos que contiene son tremendamente dañinos para los órganos humanos, empezando por el hígado", expresó.
"Los usuarios también sufren de serios problemas mentales, como delirio y paranoia".
Luis Veiga fue también adicto a las drogas por 28 años. Perdió su negocio de bienes raíces y hasta quedó sin techo por más de una década, hasta que un ex empleado de su empresa lo rescató de las calles. Hace 21 años que no consume drogas y 18 que fundó el centro.
"La situación en las calles es peor hoy en día. Hay más violencia y nuevas y más poderosas drogas como el oxi", dijo Veiga.
Vidas destruidas
Todos los pacientes del centro están allí de forma voluntaria y se muestran deseosos de ofrecer sus testimonios.
"Yo era un efectivo policial, pero me dieron de baja porque mis superiores pensaron que yo estaba loco, pero era mi problema de drogas", señaló un hombre de casi 40 años que no quiso dar su nombre.
"Perdí mi familia. Mi esposa me dejó y se marchó con los niños y sólo los traficantes de drogas se interesaban en mí", expresó.
No pasó mucho tiempo para que este efectivo policial se convirtiera en criminal. "Comencé a robar y a llevar a cabo asesinatos por encargo de narcotraficantes".
Desde hace dos meses no consume droga y abriga la esperanza de reconstruir su vida con su familia."Espero que mi familia me acepte nuevamente, pero no se si será posible. Los hice sufrir mucho".
En el centro hay también un joven de 17 años que empezó a consumir oxi a los 12 años. "El oxi es la droga más fuerte que he usado, mucho más que el crack".
El adolescente, que estuvo dos años en prisión por robo y confiesa haber matado al menos dos personas, terminó hace poco un programa de rehabilitación de 4 meses, ha regresado a la escuela y tiene esperanzas de reiniciar su vida.
"Estoy muy arrepentido del tiempo que perdí con las drogas y me entristece saber que el oxi se está propagando por todo el país".
"NI DROGAS NI TRAFICANTES".
jueves, 19 de mayo de 2011
¿SE IMAGINAN UNA FIESTA SIN ALCOHOL?
Protagonista de las noches de ocio juveniles y puerta de entrada al consumo de otras sustancias, el alcohol es el protagonista de la nueva campaña que acaba de presentar la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). No en vano, se trata de la sustancia más consumida en España en la población entre 15 y 64 años.
"Lo que de verdad nos preocupa es que la sociedad tenga asimilada la idea de los 13 años como inicio al alcohol, cuando la Ley limita tomar esta sustancia a partir de los 18", ha comentado el director general de la FAD, Ignacio Calderón.
Lo que plantea esta campaña es sensibilizar y propiciar la reflexión sobre el consumo de alcohol, especialmente entre los jóvenes y adolescentes."El alcohol se ha convertido en el protagonista indiscutible de las noches de ocio juveniles, llegando a producirse el "consumo de atracón", en el cual casi un 29% de chicos y un 18% de chicas se pueden tomar cinco o seis copas en un periodo de dos horas", explica Ignacio Calderón.
Según la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas del Plan Nacional sobre Drogas (2009-2010), la incidencia de consumo de alcohol en nuestro país alcanza el 78,7% de la población, lo que supone un aumento con respecto a las tasas de 2007, especialmente entre la población más joven.
De hecho, el 28,4% de los chicos de 15 a 24 años y el 18% de las chicas de la misma edad se habían dado un atracón de alcohol en el último mes (en forma de cinco o más bebidas en sólo un par de horas). "Si queremos centrar nuestro foco de atención en los jóvenes, es absolutamente indiscutible que la primera sustancia que debemos tratar es el alcohol", ha reconocido la FAD en la presentación de su nueva campaña "¿Qué debemos hacer con el alcohol?".
Para el director general de la FAD, el "consumo de atracón" es un problema en nuestra sociedad producido por el cambio en la dieta mediterránea. "Hemos pasado de beber alcohol en familia, que es una forma de contacto social en la dieta mediterránea a la dieta nórdica que establece un patrón de consumo excesivo para salir de fiesta. El llamado consumo de atracón", afirma Calderón.
La pregunta que deja en el aire esta campaña es que "quizá como sociedad no tenemos nada claro qué lugar debe ocupar el alcohol. Nos escandalizamos con los datos alarmantes sobre borracheras adolescentes, pero nos olvidamos de que está omnipresente en nuestra sociedad, en nuestras relaciones, en nuestras fiestas...". Por eso, las distintas tertulias que podrán verse en los spots televisivos ponen el dedo en la llaga sobre la normalidad con que se asume el protagonismo de esta sustancia en fiestas y reuniones sociales.
Según datos de la propia FAD, el alcohol se encuentra entre los iconos más representativos de la sociedad española (junto con el deporte, la familia o el coche) y un 84% de encuestados lo considera "bastante o muy representativo" de nuestra sociedad. En cambio, sólo la mitad de los entrevistados entre 20 y 24 años lo considera "bastante o muy peligroso".
Es tal la omnipresencia de las bebidas alcohólicas que tres de cada cuatro españoles se tomaron una copa en el último año y más de uno de cada tres lo hace todos los fines de semana (un 13% bebe alcohol a diario).
Fuente: El mundo.es
"Lo que de verdad nos preocupa es que la sociedad tenga asimilada la idea de los 13 años como inicio al alcohol, cuando la Ley limita tomar esta sustancia a partir de los 18", ha comentado el director general de la FAD, Ignacio Calderón.
Lo que plantea esta campaña es sensibilizar y propiciar la reflexión sobre el consumo de alcohol, especialmente entre los jóvenes y adolescentes."El alcohol se ha convertido en el protagonista indiscutible de las noches de ocio juveniles, llegando a producirse el "consumo de atracón", en el cual casi un 29% de chicos y un 18% de chicas se pueden tomar cinco o seis copas en un periodo de dos horas", explica Ignacio Calderón.
Según la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas del Plan Nacional sobre Drogas (2009-2010), la incidencia de consumo de alcohol en nuestro país alcanza el 78,7% de la población, lo que supone un aumento con respecto a las tasas de 2007, especialmente entre la población más joven.
De hecho, el 28,4% de los chicos de 15 a 24 años y el 18% de las chicas de la misma edad se habían dado un atracón de alcohol en el último mes (en forma de cinco o más bebidas en sólo un par de horas). "Si queremos centrar nuestro foco de atención en los jóvenes, es absolutamente indiscutible que la primera sustancia que debemos tratar es el alcohol", ha reconocido la FAD en la presentación de su nueva campaña "¿Qué debemos hacer con el alcohol?".
Para el director general de la FAD, el "consumo de atracón" es un problema en nuestra sociedad producido por el cambio en la dieta mediterránea. "Hemos pasado de beber alcohol en familia, que es una forma de contacto social en la dieta mediterránea a la dieta nórdica que establece un patrón de consumo excesivo para salir de fiesta. El llamado consumo de atracón", afirma Calderón.
La pregunta que deja en el aire esta campaña es que "quizá como sociedad no tenemos nada claro qué lugar debe ocupar el alcohol. Nos escandalizamos con los datos alarmantes sobre borracheras adolescentes, pero nos olvidamos de que está omnipresente en nuestra sociedad, en nuestras relaciones, en nuestras fiestas...". Por eso, las distintas tertulias que podrán verse en los spots televisivos ponen el dedo en la llaga sobre la normalidad con que se asume el protagonismo de esta sustancia en fiestas y reuniones sociales.
Según datos de la propia FAD, el alcohol se encuentra entre los iconos más representativos de la sociedad española (junto con el deporte, la familia o el coche) y un 84% de encuestados lo considera "bastante o muy representativo" de nuestra sociedad. En cambio, sólo la mitad de los entrevistados entre 20 y 24 años lo considera "bastante o muy peligroso".
Es tal la omnipresencia de las bebidas alcohólicas que tres de cada cuatro españoles se tomaron una copa en el último año y más de uno de cada tres lo hace todos los fines de semana (un 13% bebe alcohol a diario).
Fuente: El mundo.es
miércoles, 18 de mayo de 2011
ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRAS DE CÒRDOBA (CANNABIS)
Se debe insistir en el rol que tienen los padres y la sociedad en retardar lo más posible este primer contacto con la droga. Y si se detecta precozmente, poder intervenir para evitar que se mantenga el consumo. Por Leandro Dionisio y Darío Gigena Parker.
Leandro Dionisio y Darío Gigena Parker Presidente y secretario de la Asociación de Psiquiatras de la Provincia de Córdoba
“El consumo de drogas ilegales se ha expandido en general. Aumentó la oferta, la diversidad de la misma, los precios bajaron, los recursos de las personas han ido creciendo; por lo tanto, hay mayor acceso económico hacia la droga”. Según Cicad, Organismo de control del abuso de drogas de la Organización de Estados Americanos, el inicio en las drogas es bastante precoz, entre los 12 y 13 años. También se hace hincapié en que mientras más tarde haya sido esta primera vez, habrá menos probabilidad de consumo en el futuro.
Esto debe hacer recapacitar en el rol que tienen los padres y la sociedad en retardar lo más posible este primer contacto con la droga. Y si se detecta precozmente, poder intervenir para evitar que se mantengan el consumo y las complicaciones derivadas de ello. El organismo recalcó que la marihuana suele ser una droga de inicio, y es muy poco frecuente que un joven consuma cocaína y no haya probado marihuana previamente. Según la Cicad: “No podemos dejar de lado el gran problema de la juventud: el abuso de alcohol. Hay estudios que muestran que la precocidad en el consumo de alcohol es un factor de riesgo muy potente para el consumo posterior de droga ilícita. La relación del alcohol con la droga es bastante alta”.
Uno de los mitos comunes sobre la marihuana señala que “...es natural y no es tan nociva como el cigarrillo”. La marihuana contiene como droga activa el 9 Tetra-hidro-canabinol. Actualmente todas las semillas en el mercado son obtenidas por manipulación genética “transgénica”, para dotarlas de más droga activa. De esa forma, tienen al menos 60 veces más de 9THC que la marihuana disponible en los años ‘70.
No es cierto que sea tan “natural”: la marihuana que se vende en nuestro medio también tiene químicos tóxicos agregados con el fin de compactarla al ser transportada. Tampoco es inocua, ya que produce cambios importantes en el sistema nervioso, aun más en el frágil cerebro en desarrollo de los adolescentes.
Además, genera efectos agudos, puesto que inmediatamente luego de consumirla, la persona sufre alteraciones en la percepción del tiempo, pérdida de la memoria a corto plazo, disminución en la capacidad para prestar atención, dificultades para expresar pensamientos simples o palabras. Hay afectación de las habilidades motoras, aumento del apetito, náuseas, adormecimiento, ánimo alterado, euforia, rasgos de ansiedad, tensión, irritabilidad, confusión y despersonalización.
Algunas personas pierden seriamente las ambiciones saludables, es decir, dejan de tener interés por progresar en sus tareas cotidianas. Esto afecta profundamente el desempeño escolar o académico y sus relaciones con los demás.
La marihuana afecta seriamente las conductas complejas, particularmente la conducción de automóviles y motocicletas. Esto es porque la droga proporciona una sensación placentera de flotar (lo que afecta el control sobre la posición del automóvil a su alrededor); se pierde o distorsiona la percepción del tiempo, y al persistir por mucho tiempo en el cerebro, particularmente el cerebelo, produce un efecto que va más allá del momento del consumo. Afecta también la motricidad fina y gruesa; la atención y la vigilancia; genera en reaccionar rápidamente, eligiendo alternativas; produce dificultad para ver señas de luces, y todo lo que contribuye al mal desempeño en la conducción y los riesgos que conocemos.
“No adictiva”. Como dijimos, la marihuana de hoy es mucho más poderosa que hace 30 años; las personas dependientes experimentan abstinencia más rápidamente, por la mayor cantidad de droga activa, lo que está
demostrado en modelos animales para estudiar sus efectos. Tiene una farmacología compleja, con características adictivas por larga presencia en el cuerpo y baja tasa de eliminación. Además, tiene acción llamada de “refuerzo”, ya que las personas que la consumen tienden a anhelar su futuro consumo y esto se debe a su absorción rápida (fumada en pocos segundos actúa en el cerebro) y el rápido desarrollo de tolerancia (el cuerpo se acostumbra y se necesita más cantidad de droga para producir los mismos efectos).
Cuando se deja de consumir se observan síntomas de abstinencia, los que por ser displacenteros, inducen a continuar con la ingestión. Algunos de estos síntomas son insomnio, náuseas, deseos de consumir la droga, falta de apetito, inquietud, irritabilidad, depresión, temblores leves, etcétera. Este síndrome aparece después de sólo 21 días de uso continuado. Se observó igualmente un aumento de los problemas antisociales (robos, mentiras, manipulación, engaños, etcétera).
Los jóvenes buscan la dependencia como un factor de “estatus” en primer lugar, y también debido a que no necesitan gotas para la irritación ocular gracias al acostumbramiento (tolerancia farmacológica) que induce la droga con el uso continuado. Pasa lo mismo con la somnolencia y otros trastornos desagradables que induce la droga, que también tienden a disminuir porque el cuerpo se acostumbra a la ingesta. Estos fenómenos pueden conducir a la adicción, ya que el sujeto sólo tiene efectos positivos con el consumo y si deja de consumir se siente mal.
El efecto de influencia de los otros adolescentes no está bien estudiado, pero se estima que si un joven tiene oportunidades percibidas de interactuar con otros que consumen drogas, es más probable que lo haga. Es necesario advertir que la mayoría de los jóvenes no fuma marihuana, y el adolescente tiene más probabilidad de ser aceptado no fumando que haciéndolo en los grupos con valores pro sociales y actividades recreativas afines (deportes, hobbies, participación en actividades estructuradas como la escuela, la universidad o un trabajo, etcétera).
Los padres se enfrentan a una paradoja respecto de este grave problema actual; por un lado, tienen que lidiar con mensajes de la cultura de la droga que traen a la casa los hijos que están teniendo experiencias con la marihuana (mensajes como: “las drogan no pueden afectarte en nada”; “tomar drogas es divertido”; “podés consumirlas de manera controlada y responsable”). Al mismo tiempo, perciben que sus hijos cambiaron de amigos (o sus amigos de siempre cambiaron como él), tienen fallas escolares, eligen estudiar carreras de escasa exigencia reclamando más tiempo libre (¿pérdida de la ambición inducida por la droga?).
Estos mismos padres temen limitar la vocación o libertad de opción y experimentación en sus hijos, para lo cual estos adolescentes pueden tener una capacidad argumentativa significativa y convincente. En el medio de estos dilemas y consultas fallidas (porque el adolescente no quiere asistir a ningún asesoramiento psicológico) estos padres reciben el llamado telefónico de una comisaría para indicar que detuvieron a su hijo por consumo en la vía pública, o por tener una cantidad que excede el consumo personal (lo cual es frecuente en consumidores, aunque sean ocasionales). Y, dolorosamente, descubren que no pudieron proteger a su hijo de las graves consecuencias legales que esto puede acarrear. Estos mismos padres empiezan a tomar en serio este tema, frecuentemente minimizado, cuando tienen que retirar a su hijo de la cárcel o enfrentar un complejo periplo por el sistema judicial, lo cual es tremendamente estigmatizante en sus consecuencias.
Una intervención es eficaz cuando los padres precozmente actúan para evitar el consumo y las consecuencias que esto acarrea.
© La Voz del Interior
Leandro Dionisio y Darío Gigena Parker Presidente y secretario de la Asociación de Psiquiatras de la Provincia de Córdoba
“El consumo de drogas ilegales se ha expandido en general. Aumentó la oferta, la diversidad de la misma, los precios bajaron, los recursos de las personas han ido creciendo; por lo tanto, hay mayor acceso económico hacia la droga”. Según Cicad, Organismo de control del abuso de drogas de la Organización de Estados Americanos, el inicio en las drogas es bastante precoz, entre los 12 y 13 años. También se hace hincapié en que mientras más tarde haya sido esta primera vez, habrá menos probabilidad de consumo en el futuro.
Esto debe hacer recapacitar en el rol que tienen los padres y la sociedad en retardar lo más posible este primer contacto con la droga. Y si se detecta precozmente, poder intervenir para evitar que se mantengan el consumo y las complicaciones derivadas de ello. El organismo recalcó que la marihuana suele ser una droga de inicio, y es muy poco frecuente que un joven consuma cocaína y no haya probado marihuana previamente. Según la Cicad: “No podemos dejar de lado el gran problema de la juventud: el abuso de alcohol. Hay estudios que muestran que la precocidad en el consumo de alcohol es un factor de riesgo muy potente para el consumo posterior de droga ilícita. La relación del alcohol con la droga es bastante alta”.
Uno de los mitos comunes sobre la marihuana señala que “...es natural y no es tan nociva como el cigarrillo”. La marihuana contiene como droga activa el 9 Tetra-hidro-canabinol. Actualmente todas las semillas en el mercado son obtenidas por manipulación genética “transgénica”, para dotarlas de más droga activa. De esa forma, tienen al menos 60 veces más de 9THC que la marihuana disponible en los años ‘70.
No es cierto que sea tan “natural”: la marihuana que se vende en nuestro medio también tiene químicos tóxicos agregados con el fin de compactarla al ser transportada. Tampoco es inocua, ya que produce cambios importantes en el sistema nervioso, aun más en el frágil cerebro en desarrollo de los adolescentes.
Además, genera efectos agudos, puesto que inmediatamente luego de consumirla, la persona sufre alteraciones en la percepción del tiempo, pérdida de la memoria a corto plazo, disminución en la capacidad para prestar atención, dificultades para expresar pensamientos simples o palabras. Hay afectación de las habilidades motoras, aumento del apetito, náuseas, adormecimiento, ánimo alterado, euforia, rasgos de ansiedad, tensión, irritabilidad, confusión y despersonalización.
Algunas personas pierden seriamente las ambiciones saludables, es decir, dejan de tener interés por progresar en sus tareas cotidianas. Esto afecta profundamente el desempeño escolar o académico y sus relaciones con los demás.
La marihuana afecta seriamente las conductas complejas, particularmente la conducción de automóviles y motocicletas. Esto es porque la droga proporciona una sensación placentera de flotar (lo que afecta el control sobre la posición del automóvil a su alrededor); se pierde o distorsiona la percepción del tiempo, y al persistir por mucho tiempo en el cerebro, particularmente el cerebelo, produce un efecto que va más allá del momento del consumo. Afecta también la motricidad fina y gruesa; la atención y la vigilancia; genera en reaccionar rápidamente, eligiendo alternativas; produce dificultad para ver señas de luces, y todo lo que contribuye al mal desempeño en la conducción y los riesgos que conocemos.
“No adictiva”. Como dijimos, la marihuana de hoy es mucho más poderosa que hace 30 años; las personas dependientes experimentan abstinencia más rápidamente, por la mayor cantidad de droga activa, lo que está
demostrado en modelos animales para estudiar sus efectos. Tiene una farmacología compleja, con características adictivas por larga presencia en el cuerpo y baja tasa de eliminación. Además, tiene acción llamada de “refuerzo”, ya que las personas que la consumen tienden a anhelar su futuro consumo y esto se debe a su absorción rápida (fumada en pocos segundos actúa en el cerebro) y el rápido desarrollo de tolerancia (el cuerpo se acostumbra y se necesita más cantidad de droga para producir los mismos efectos).
Cuando se deja de consumir se observan síntomas de abstinencia, los que por ser displacenteros, inducen a continuar con la ingestión. Algunos de estos síntomas son insomnio, náuseas, deseos de consumir la droga, falta de apetito, inquietud, irritabilidad, depresión, temblores leves, etcétera. Este síndrome aparece después de sólo 21 días de uso continuado. Se observó igualmente un aumento de los problemas antisociales (robos, mentiras, manipulación, engaños, etcétera).
Los jóvenes buscan la dependencia como un factor de “estatus” en primer lugar, y también debido a que no necesitan gotas para la irritación ocular gracias al acostumbramiento (tolerancia farmacológica) que induce la droga con el uso continuado. Pasa lo mismo con la somnolencia y otros trastornos desagradables que induce la droga, que también tienden a disminuir porque el cuerpo se acostumbra a la ingesta. Estos fenómenos pueden conducir a la adicción, ya que el sujeto sólo tiene efectos positivos con el consumo y si deja de consumir se siente mal.
El efecto de influencia de los otros adolescentes no está bien estudiado, pero se estima que si un joven tiene oportunidades percibidas de interactuar con otros que consumen drogas, es más probable que lo haga. Es necesario advertir que la mayoría de los jóvenes no fuma marihuana, y el adolescente tiene más probabilidad de ser aceptado no fumando que haciéndolo en los grupos con valores pro sociales y actividades recreativas afines (deportes, hobbies, participación en actividades estructuradas como la escuela, la universidad o un trabajo, etcétera).
Los padres se enfrentan a una paradoja respecto de este grave problema actual; por un lado, tienen que lidiar con mensajes de la cultura de la droga que traen a la casa los hijos que están teniendo experiencias con la marihuana (mensajes como: “las drogan no pueden afectarte en nada”; “tomar drogas es divertido”; “podés consumirlas de manera controlada y responsable”). Al mismo tiempo, perciben que sus hijos cambiaron de amigos (o sus amigos de siempre cambiaron como él), tienen fallas escolares, eligen estudiar carreras de escasa exigencia reclamando más tiempo libre (¿pérdida de la ambición inducida por la droga?).
Estos mismos padres temen limitar la vocación o libertad de opción y experimentación en sus hijos, para lo cual estos adolescentes pueden tener una capacidad argumentativa significativa y convincente. En el medio de estos dilemas y consultas fallidas (porque el adolescente no quiere asistir a ningún asesoramiento psicológico) estos padres reciben el llamado telefónico de una comisaría para indicar que detuvieron a su hijo por consumo en la vía pública, o por tener una cantidad que excede el consumo personal (lo cual es frecuente en consumidores, aunque sean ocasionales). Y, dolorosamente, descubren que no pudieron proteger a su hijo de las graves consecuencias legales que esto puede acarrear. Estos mismos padres empiezan a tomar en serio este tema, frecuentemente minimizado, cuando tienen que retirar a su hijo de la cárcel o enfrentar un complejo periplo por el sistema judicial, lo cual es tremendamente estigmatizante en sus consecuencias.
Una intervención es eficaz cuando los padres precozmente actúan para evitar el consumo y las consecuencias que esto acarrea.
© La Voz del Interior
miércoles, 20 de abril de 2011
AUTOMEDICACIÓN, UN PROBLEMA
Un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid ha revelado que hasta uno de cada cinco españoles consume medicamentos sin que se lo recete su médico, y ha comprobado, además, que las mujeres tienden más a automedicarse que los hombres.
Así se desprende de los resultados de una investigación que publica enPharmacoepidemiology and Drug Safety, para la que se utilizaron datos de 2006 y 2007 de 20.738 personas procedentes del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Los autores observaron que el 20,17% de los españoles consume medicamentos sin prescripción médica y, de ellos, las mujeres se automedican más que los varones, con una prevalencia del 16,93% frente al 14,46%.
“A pesar de las connotaciones negativas que suele tener el concepto de automedicación, en la actualidad constituye la forma más significativa del autocuidado en la población”, explica Pilar Carrasco, autora principal del estudio y titular del Departamento de Medicina Preventiva, Salud Pública, Inmunología y Microbiología de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid).
El factor que explica esta diferencia en función del género se refiere a la exposición al consumo de medicamentos, que es mayor en la mujer que en el varón. Esto se debe a que “ellas sufren trastornos afectivos con mayor frecuencia y son más vulnerables en nuestra sociedad”, señala la Dra. Carrasco. “Posiblemente esto se deba a una mayor predisposición entre las mujeres a reconocer y expresar su sintomatología”, añade.
A los encuestados, de al menos 16 años, se les preguntó si en las últimas dos semanas habían consumido, sin prescripción facultativa, algún fármaco perteneciente a una lista elaborada por los investigadores. Tanto hombres como mujeres consumieron, sin receta médica, analgésicos, antipiréticos y fármacos destinados a aliviar el resfriado común o el dolor de garganta.
Además, el estudio revela que la población de entre 16 y 44 años es la más proclive a automedicarse, con diferencias en función de género, nivel educativo, nacionalidad y hábitos de salud.
“El consumo de fármacos sin prescripción es más frecuente entre las mujeres jóvenes y sin dolencias crónicas. En ellas, esta práctica también se relaciona con el tabaquismo, el consumo de alcohol y el uso de terapias alternativas”, indica la citada especialista.
Además, según los autores, las mujeres solteras con estudios universitarios, los varones que cobran un salario superior a 1.200 euros al mes y los hombres inmigrantes tienen más probabilidades de consumir fármacos sin receta.
Para luchar contra esta práctica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone crear espacios donde se informe a los ciudadanos del uso correcto de los fármacos, ya que el uso irracional “puede tener consecuencias graves en la salud individual y colectiva de la población. “Por lo tanto, y ante la duda, siempre se debe consultar a un profesional”, concluye la investigadora.
Así se desprende de los resultados de una investigación que publica enPharmacoepidemiology and Drug Safety, para la que se utilizaron datos de 2006 y 2007 de 20.738 personas procedentes del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Los autores observaron que el 20,17% de los españoles consume medicamentos sin prescripción médica y, de ellos, las mujeres se automedican más que los varones, con una prevalencia del 16,93% frente al 14,46%.
“A pesar de las connotaciones negativas que suele tener el concepto de automedicación, en la actualidad constituye la forma más significativa del autocuidado en la población”, explica Pilar Carrasco, autora principal del estudio y titular del Departamento de Medicina Preventiva, Salud Pública, Inmunología y Microbiología de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid).
El factor que explica esta diferencia en función del género se refiere a la exposición al consumo de medicamentos, que es mayor en la mujer que en el varón. Esto se debe a que “ellas sufren trastornos afectivos con mayor frecuencia y son más vulnerables en nuestra sociedad”, señala la Dra. Carrasco. “Posiblemente esto se deba a una mayor predisposición entre las mujeres a reconocer y expresar su sintomatología”, añade.
A los encuestados, de al menos 16 años, se les preguntó si en las últimas dos semanas habían consumido, sin prescripción facultativa, algún fármaco perteneciente a una lista elaborada por los investigadores. Tanto hombres como mujeres consumieron, sin receta médica, analgésicos, antipiréticos y fármacos destinados a aliviar el resfriado común o el dolor de garganta.
Además, el estudio revela que la población de entre 16 y 44 años es la más proclive a automedicarse, con diferencias en función de género, nivel educativo, nacionalidad y hábitos de salud.
“El consumo de fármacos sin prescripción es más frecuente entre las mujeres jóvenes y sin dolencias crónicas. En ellas, esta práctica también se relaciona con el tabaquismo, el consumo de alcohol y el uso de terapias alternativas”, indica la citada especialista.
Además, según los autores, las mujeres solteras con estudios universitarios, los varones que cobran un salario superior a 1.200 euros al mes y los hombres inmigrantes tienen más probabilidades de consumir fármacos sin receta.
Para luchar contra esta práctica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone crear espacios donde se informe a los ciudadanos del uso correcto de los fármacos, ya que el uso irracional “puede tener consecuencias graves en la salud individual y colectiva de la población. “Por lo tanto, y ante la duda, siempre se debe consultar a un profesional”, concluye la investigadora.
ALCOHOL Y BEBIDA ENERGÉTICA; MALA COMBINACIÓN
Es la última tendencia en la noche de los sábados: mezclar alcohol con bebidas energéticas. Un nuevo estudio, publicado en la revista "Alcoholism: Clinical & Experimental Research", demuestra que esta combinación puede aumentar los riesgos asociados a la ingesta exclusiva de alcohol.
"Hay pocas investigaciones que examinen y comparen los efectos producidos por esta mezcla frente a los del alcohol solo", exponen los autores de este trabajo, realizado en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland (EEUU). Para valorarlo, escogieron a 56 universitarios estadounidenses con edades entre los 21 y 33 años.
De forma aleatoria fueron asignados a cuatro grupos: unos tomaron sólo alcohol, otros lo combinaron con bebidas energéticas, algunos ingirieron estas consumiciones y otros una bebida inactiva a modo de placebo. Los investigadores observaron sus comportamientos después de beber y les pidieron que expusieran sus sentimientos y sensaciones sobre su nivel de estimulación, sedación, capacidades sensoriales y grado de intoxicación.
Todos los que habían bebido tenían menor control sobre sus impulsos, sin embargo, "quienes tomaron el cóctel de bebidas creían tener más dominio que aquellos que sólo habían ingerido alcohol, lo que aumenta el riesgo de que realicen actos como conducir en estado de embriaguez", advierten los expertos. Esto se debe, según concluyen, a un "significativo aumento de la estimulación" que se da en este grupo específico.
Cabe subrayar que estas consumiciones tienen altos niveles de cafeína, hasta tres y cuatro veces más que una bebida de cola. Consiguen enmascarar los efectos del alcohol y engañar al consumidor, haciéndole creer que no está tan afectado o tan borracho y que, por lo tanto, podría seguir tomando unas copas más o realizar tareas para las que no está preparado, como ponerse al volante. Y la realidad, muy a su pesar, es que sus capacidades sensoriales están tan mermadas como las que alguien que ha bebido la misma cantidad de alcohol sin mezclar.
"Sería recomendable poner en las bebidas energéticas una etiqueta de advertencia que diga que no deberían mezclarse con el alcohol", apostilla Cecile Marczinski, profesora de Psicología de la Universidad de Kentucky (EEUU). Apuesta, además, por informar a la población de sus efectos a corto y largo plazo sobre su salud.
Según los médicos, quienes son más sensibles a la cafeína pueden sufrir alteraciones en la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. Si la bebida energética también contiene taurina (un aminoácido), pueden presentarse arritmias y taquicardias. A largo plazo, el consumo de este tipo de bebidas puede provocar enfermedades graves, como tumores, hígado graso, hepatitis o cirrosis.
"Hay pocas investigaciones que examinen y comparen los efectos producidos por esta mezcla frente a los del alcohol solo", exponen los autores de este trabajo, realizado en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Maryland (EEUU). Para valorarlo, escogieron a 56 universitarios estadounidenses con edades entre los 21 y 33 años.
De forma aleatoria fueron asignados a cuatro grupos: unos tomaron sólo alcohol, otros lo combinaron con bebidas energéticas, algunos ingirieron estas consumiciones y otros una bebida inactiva a modo de placebo. Los investigadores observaron sus comportamientos después de beber y les pidieron que expusieran sus sentimientos y sensaciones sobre su nivel de estimulación, sedación, capacidades sensoriales y grado de intoxicación.
Todos los que habían bebido tenían menor control sobre sus impulsos, sin embargo, "quienes tomaron el cóctel de bebidas creían tener más dominio que aquellos que sólo habían ingerido alcohol, lo que aumenta el riesgo de que realicen actos como conducir en estado de embriaguez", advierten los expertos. Esto se debe, según concluyen, a un "significativo aumento de la estimulación" que se da en este grupo específico.
Cabe subrayar que estas consumiciones tienen altos niveles de cafeína, hasta tres y cuatro veces más que una bebida de cola. Consiguen enmascarar los efectos del alcohol y engañar al consumidor, haciéndole creer que no está tan afectado o tan borracho y que, por lo tanto, podría seguir tomando unas copas más o realizar tareas para las que no está preparado, como ponerse al volante. Y la realidad, muy a su pesar, es que sus capacidades sensoriales están tan mermadas como las que alguien que ha bebido la misma cantidad de alcohol sin mezclar.
"Sería recomendable poner en las bebidas energéticas una etiqueta de advertencia que diga que no deberían mezclarse con el alcohol", apostilla Cecile Marczinski, profesora de Psicología de la Universidad de Kentucky (EEUU). Apuesta, además, por informar a la población de sus efectos a corto y largo plazo sobre su salud.
Según los médicos, quienes son más sensibles a la cafeína pueden sufrir alteraciones en la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. Si la bebida energética también contiene taurina (un aminoácido), pueden presentarse arritmias y taquicardias. A largo plazo, el consumo de este tipo de bebidas puede provocar enfermedades graves, como tumores, hígado graso, hepatitis o cirrosis.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)